
A lo largo de la vida todos tenemos nuestras
dosis cotidianas de desazón, desengaños e inclusive de experiencias que nos
conducen al fracaso. La diferencia entre unos y otros la constituye la manera
en la cual nos aferramos a esos estados emocionales negativos, y es que para
algunas personas el simple hecho de
dejar ir estas vivencias se convierte en un reto constante...