PERSONALIDAD MÚLTIPLE: ORDENANDO EL DESORDEN

El fenómeno de la personalidad múltiple es uno de los desequilibrios mentales más cinematográficos del que se tenga referencia, desde su llevada cine por primera vez con la película Las Tres Caras de Eva,en 1957 se ha desplegado en la pantalla grande en infinidad de oportunidades, convirtiendo en una suerte de mezcla para los conocimientos que el colectivo pudiese manejar sobre el trastorno. Según el mundo del cine e inclusive la literatura, quien padece la condición vive cargado de un número variable de personas en su psique que se apoderan de su cuerpo, dominándole y llevándole a cometer los más desquiciados actos.
La realidad es que la personalidad múltiple, considerada por las áreas de la salud mental como TRASTORNO DISOCIATIVO, hace referencia a una alteración de las funciones que integran de la conciencia: la identidad, la memoria y la percepción del entorno. Es claro que en muchas oportunidades conocemos a personas que tienden a variar de manera drástica su comportamiento (siendo tranquilos, se muestran alterados o agresivos en un momento determinado), al punto en que pareciesen transformarse en otra persona, sin embargo, esta condición solo obedece a un cambio en su temperamento, oscilación en el estado anímico y dificultad para el control emocional. Entendido esto: ¿cómo reconocer a alguien que realmente posee el trastorno disociativo?.
Partimos de la idea de que el trastorno obedecerá a una despersonalización en el sujeto, situación que aislará los sentimientos, pensamientos e inclusive recuerdos de situaciones propias de la vida de quien padece el trastorno, estos fenómenos producirán a su ver una serie de hechos clínicos que alteran la percepción del mundo que posee el individuo y su conducta. Dicho en otras palabras, quien padece el trastorno poseerá dos o más personalidades dentro de su psique, cada una con un comportamiento totalmente diferente, que le llevará a mezclarse en situaciones distintas, conectándose inclusive con círculos de amistades completamente opuestos cuando se es una personalidad o cuando se es otra, ejemplo de ello son el Doctor Hekill y Mister Hyde.
Así, una persona con Trastorno Disociativo podrá convivir con personalidades secundarias o subpersonalidades de diferentes edades, sexos, razas, religiones, oficios, gustos, deseos, preferencias entre otras diferencias. Lo clave de la disociación es que el sujeto una vez se despersonaliza de su entidad principal para transformarse en otro sujeto recurrirá a la fuga de la conciencia, génesis del olvido que se da cuando se pasa de una personalidad a otra. De allí que es común, en quienes padecen el trastorno, no poder recordar lo que hacían mientras eran una personalidad secundaria al pasar a otra.
Es claro querido lector y estimada lectora que el fenómeno disociativo nos ocurre a todos en mayor o menor medida, ya que el mismo opera dentro de la conciencia como un mecanismo de defensa que nos  ayuda a reprimir conflictos y preocupaciones que no queremos hacer protagonistas en un momento determinado o que por el contrario, ocupan tanto nuestra mente que no podemos recordar lo cotidiano que hacemos. Ejemplo de ello es cuando estamos tan sumidos en un problema que olvidamos hasta lo que estamos haciendo.
En el caso de aquellos que experimentan el fenómeno de la personalidad múltiple, la disociación llegará a un punto de mayor ebullición impidiéndole a la conciencia la recuperación o el recuerdo voluntario de situaciones y hechos, así mismo, su aparición estará asociada a la defensa de algún episodio psicotraumático, origen fundamental del trastorno. De este modo, el trastorno disociativo puede aparecer desde la primera infancia o la adolescencia, siendo más frecuente en mujeres que hombres, surgiendo como respuesta de defensa psicológica frente a traumas graves e intolerables padecidos durante estas edades, la mayoría se corresponde con situaciones que fuerzan a la mente a segregar las ideas, emociones y pensamientos para mantener el control mental mientras no se puede defender al cuerpo físico bien sea de un abuso sexual o un maltrato. Por ende, las personalidades nacientes surgirán para adaptarse a la situación conflictiva generando una estructura crónica alternativa.
Ya para finalizar el ordenamiento de un fenómeno psicológico que genera mucha polémica, es claro que toda persona padecerá en un momento u otro una serie de conflictos que pudiese manejar de manera diferenciada, pareciendo que inclusive se trata de personas diferentes, sin que eso quiera decir que se padece una personalidad múltiple. Sin embargo, si noto en el otro o en mi,  algunos elementos de mayor impacto psicológico y me he identificado con lo leído, es hora querido lector y estimada lectora de visitar un especialista en el área de salud mental, ya que la realidad, es que una persona con este fenómeno típicamente incluirá algunos diagnósticos psiquiátricos o psicológicos previos, que al no ser tratados  de manera oportuna pudiesen incrementar los problemas de autocontrol, llegando a  necesitar mayor número de recursos terapéuticos y médicos para permitirle al sujeto la integración de su mundo psicológico, clave fundamental del equilibrio personal.
COLUMNA CREADA PARA WWW.NOTIFALCON.COM

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